
14 Feb Ventajas de dolarizar la economía venezolana
Leonardo Osorio Bohórquez
En caso de lograr recuperar la democracia en Venezuela, hecho ineludible para emprender cualquier programa de recuperación económica de forma exitosa, es necesario diseñar un conjunto de propuestas para eliminar todo rezago de una economía socialista en el país.
Uno de los temas centrales que genera mayor polémica es el de la dolarización. La mayoría de los economistas venezolanos han manifestado abiertamente estar en contra de esta propuesta, los argumentos expuestos denotan tesis de tipo proteccionistas imperantes en las últimas décadas en Venezuela.
Uno de los puntos centrales es la pérdida de la llamada “soberanía” monetaria, al no existir una moneda local el Banco Central no tendrá capacidad de manipular el tipo de cambio para hacer frente a shocks externos de la economía venezolana. Es la tesis predominante de que el Estado debe actuar para proteger a los empresarios y a los ciudadanos en general.
La economía es cíclica por naturaleza, ante esa realidad históricamente conocida y demostrada, los sectores privados deben ser previsivos ante posibles caídas en los precios de los productos que exportan o ante crisis internacionales. Para ello pueden optar por tener ahorros o fondos de inversión adecuadamente seleccionados.
Lo que no deben hacer es contar con un Estado que intervenga siempre para salvarlos de las crisis con medidas que muchas veces empeoran los problemas en el mediano o largo plazo. Pero las tesis keynesianas mantienen mucha influencia en el mundo actual y en Venezuela en particular.
Muchos se resisten a la dolarización porque esto implica perder capacidad de intervención por parte del Estado. A su vez, los políticos son los primeros en manifestar su desacuerdo, porque esto les impide a los gobiernos cubrir sus irresponsables gastos a través de la emisión monetaria.
La dolarización pone un freno inmediato a la emisión de moneda, esto en el caso venezolano es fundamental porque en el contexto hiperinflacionario en que se encuentra, automáticamente impediría el financiamiento que actualmente realiza el Banco Central de Venezuela para cubrir el déficit fiscal.
Esto no es solo una medida para solucionar el problema inflacionario en el corto plazo, la historia política de Venezuela y América Latina muestra cómo ha sido común el ascenso de gobiernos irresponsables que reiterativamente acuden a la opción del financiamiento monetario para cubrir el déficit.
En Ecuador la dolarización impidió al gobierno de Rafael Correa dañar más la economía. Fue un freno importante porque les quita el manejo imprudente de la política monetaria a los gobiernos. Siempre pueden recurrir al endeudamiento externo como alternativa o al aumento de impuestos, aunque esto tampoco constituyen medidas favorables.
Otro punto significativo es el de la confianza, toda la economía se sustenta sobre ella, la hiperinflación por ser en esencia un fenómeno monetario, destruye toda la confianza que se tiene en la moneda local, empieza a ser común el uso de otras monedas como medios de pago, de ahorro y atesoramiento para proteger los activos de los ciudadanos.
Esto ya es una realidad en el caso venezolano, donde se observa una dolarización de facto, aunque legalmente el bolívar siga siendo la moneda de curso legal, pero la dinámica económica es imposible de controlar. También circulan otras monedas como el peso colombiano, sobre todo en zonas fronterizas con Colombia como en los estados Zulia o Táchira.
Lo ideal en toda economía es que exista la libre circulación y convertibilidad de las monedas, en Venezuela los controles estatales lo único que han provocado es agudizar la crisis. Esto no solo en el caso del chavismo, ha sido un problema histórico de la mayoría de los gobiernos.
Los ciudadanos en general están a favor del uso de dólar como moneda de cambio oficial, porque provoca más confianza, si bien puede que no comprendan adecuadamente los fundamentos de la economía, entienden las ventajas de usar una moneda que es la más empleada en el comercio internacional.
Hay otro alegato en contra de la dolarización, el tema de la competencia. Nuestra economía no tiene las dimensiones para competir con la economía de EEUU o de otras grandes potencias que emplean el dólar como moneda de intercambio. La pregunta es: ¿cómo conseguir el desarrollo económico de nuestra nación, con más proteccionismo?, ¿O abriéndonos precisamente al mercado internacional?
Siempre hemos optado por el proteccionismo y los resultados no han sido los esperados, el punto de todo programa racional de recuperación económica es lograr atraer inversiones privadas al país, porque el Estado ya no tiene la misma capacidad económica de antes para dirigir un plan de desarrollo.
Los empresarios nacionales deben forzosamente estar dispuestos a abrirse a la competencia a través de la innovación y el emprendimiento como es común en toda economía de mercado, y cortar la definitiva dependencia hacia el proteccionismo del Estado que solo ha servido para mantener empresas ineficientes que perjudican a los consumidores.
No es con una moneda devaluada que se incentiva las exportaciones, sino a través de la productividad de una nación por medio de diferentes incentivos como bajos impuestos y facilidades para el establecimiento de negocios. El valor de una moneda y su capacidad competitiva debe están en función de la fortaleza productiva de un país. Pero ante la opción común de devaluar o alterar el tipo de cambio de forma artificial por parte de los gobiernos con fines particulares, es preferible retirar esa tentación definitivamente por medio de la dolarización.
Algunos sostienen que con el actual nivel de reservas internacionales, no es posible efectuar la dolarización en Venezuela. Pero para ello puede usarse los préstamos internacionales que supuestamente ya se encuentran negociados. Mucho entusiasmo se pone en esa asistencia financiera que en gran parte servirá para refinanciar deudas ya contraídas.
Parte de esa liquidez puede usarse para la dolarización tomando en cuenta además que la economía ha reducido su tamaño a menos de la mitad desde el 2014, por lo cual no se necesita gran cantidad de recursos. El punto es nuevamente no contar exclusiva o primordialmente con la capacidad del Estado para generar divisas como ha sido común desde la aparición del petróleo, sino que los ciudadanos puedan ser capaces de obtener sus propios ingresos en moneda internacional.
La dolarización por sí misma no resuelve todos los problemas, no es una varita mágica de recuperación, debe ir forzosamente acompañada de otra serie de políticas macroeconómicas que contemplen el corto, el mediano y largo plazo para mantener una economía estable.
El norte debe ser darle más peso al sector privado en la economía y abandonar las posiciones estatistas, la dolarización ayudará a poner un freno al intervencionismo monetario del Estado, y generara mayor confianza para atraer inversiones necesarias para tener una economía productiva.
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