
25 Oct Entrevista: Tomás Osers. «Desde el inicio de las deportaciones, el acto de deshumanización más grande fue la eliminación del nombre»
Por Jo-ann Peña-Angulo
Presentamos la entrevista a Tomás Osers W[1] presidente del Comité Venezolano de Yad Vashem, hijo de sobrevivientes, de los Campos de Exterminio y Concentración de Auschwitz y Térezin. Ingeniero y profesor jubilado de la Universidad Central de Venezuela. Autor de diversos libros y publicaciones nacionales e internacionales. Egresado del Curso para Educadores de la Shoá (Holocausto) en la Escuela Internacional para el Estudio del Holocausto del Instituto Yad Vashem en Jerusalén. Jurado del certamen Jidón Shoá, (Estudio del Holocausto) 2009, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2015. Editor de la Revista “Zajor-Recuerda”, legado del Comité Venezolano de Yad Vashem.
1. Para comenzar, puede explicarnos ¿Qué es Yad Vashem?
El objetivo principal de Yad Vashem es eternizar la memoria de cada una de las seis millones de víctimas del Holocausto para la enseñanza a las generaciones futuras.
Como monumento vivo del pueblo judío al Holocausto, Yad Vashem salvaguarda la memoria del pasado e imparte su significado para el futuro. Establecido en 1953 como centro mundial de documentación, investigación, educación y conmemoración del Holocausto, Yad Vashem es por hoy un sitio dinámico y vital de encuentro internacional e intergeneracional.
Por más de medio siglo Yad Vashem está comprometido con cuatro pilares de recuerdo:
I. Conmemoración
– Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, decretado por la ONU el 1° de noviembre de 2005 en su Asamblea General.
– Yom Hashoá (Conmemoración del Levantamiento del Ghetto de Varsovia).
– Kristallnacht-Pogromo del 9 y 10 de Noviembre de 1938, Noche de los cristales rotos.
II. Documentación
– Base central de datos de nombres de las víctimas de la Shoá
– Archivo de fotos
– Base de datos de Justos entre las Naciones
– Biblioteca de Yad Vashem
– Base de datos online de Cine y Shoá
– Archivo de documentos de la Shoá
III. Investigación
– Instituto Internacional para la Investigación del Holocausto
– Enciclopedia de las Comunidades
– Enciclopedia de los Ghettos
– Niños del Holocausto
IV. Educación
– Escuela Internacional para el Estudio del Holocausto
– Seminarios Internacionales para educadores
– Desarrollo de series de películas testimoniales
– Vídeos acerca de la enseñanza de la Shoá
2. ¿Cuál ha sido la labor de Yad Vashem Venezuela? ¿Puede hablarnos de algunas experiencias en particular?
Por una iniciativa de sobrevivientes del Holocausto, que se residenciaron en Venezuela, en 1983, comenzaron con una actividad de divulgación de información sobre el Holocausto de manera organizada. Esta misión informativa y de esclarecimiento ha estado dirigida tanto a la comunidad judía, como al resto de la sociedad.
Las principales actividades que se realizan en Venezuela son:
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Conmemoración del Día del Holocausto (Yom HaShoá).
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Conmemoración de la Noche de los Cristales Rotos (Kristallnacht).
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Conmemoración del 27 de enero, fecha designada por la ONU para la conmemoración del Holocausto.
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Jidon HaShoá, que es una especie de concurso para los estudiantes del Sistema Educativo Comunitario.
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Dictado de cursos de 6 semanas de Shoah y realización de presentaciones de videos y documentales sobre la Shoah.
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De igual forma, los miembros de Comité, van a diferentes unidades educativas, tanto judías como no judías, para llevar el mensaje de la Shoá, y esclarecer varios términos que muchas veces se desconocen como ¿Qué es la Shoá? ¿Cómo ocurrió? ¿Cuáles fueron los factores históricos?
En cuanto experiencias particulares, me faltaría espacio para detallar tantos casos que nos han llamado la atención, pero podemos resumirlos indicando que en todos los sitios a los que nos invitan a dar nuestras conferencias y testimonios, hemos notado un gran interés por parte de la audiencia en aprender y comprender lo que fue la Shoá, y cómo evolucionó el Holocausto desde el inicio de la Segunda Guerra Mundial, pasando por la imposición de leyes de segregación y despojo de derechos fundamentales, los campos de concentración y exterminio, hasta la liberación, y el retorno al hogar para reencontrar y reunir las familias. Nos sorprende en ocasiones como finalizada la hora que se nos concede para una conferencia los muchachos se rehusan a salir al recreo, y nos piden que nos quedemos un poco más de tiempo conversando y respondiendo preguntas. No son pocas las ocasiones en que al finalizar una charla y decimos “Hay alguna pregunta”, se levantan todas las manos de un salón. Son experiencias como estas las que nos animan a continuar con nuestra labor de divulgación.
3. Partiendo de esto, ¿Cuántos sobrevivientes de la Shoá/ Holocausto llegaron a Venezuela? ¿Puede hablarnos de esta travesía histórica?
Para el año 1983, fecha en que se fundó el Comité Venezolano de Yad Vashem, habían llegado a Venezuela por el orden de 300 sobrevivientes, con el paso del tiempo este número fue bajando y en la actualidad, lamentablemente debemos decir que existen menos de 50 sobrevivientes. Igualmente se debe considerar, que hay muchos sobrevivientes que fueron marcados de tal manera por su experiencia en los campos de concentración, que no quieren ser incluidos en las listas de sobrevivientes, o que les genera mucho dolor recordar esos tiempos y dar su testimonio.
La gran mayoría de los sobrevivientes de la Shoá que llegaron a Venezuela, lo hicieron entre los años 1946 a 1950, y no podemos dejar de mencionar un grupo que llegó al inicio de la Segunda Guerra Mundial en 1938 a bordo de los Barcos de la Esperanza, el Karibia y el Koeningstat que, aunque no pasaron por los campos de concentración y exterminio, también fueron sobrevivientes de la Shoá.
Una vez en Venezuela, estos sobrevivientes, en su mayoría profesionales y comerciantes se integraron a la sociedad venezolana aportando su trabajo en sectores del comercio, educación, manufactura y medicina.
4. ¿Cuáles son las principales enseñanzas que los venezolanos podemos aprender del Holocausto?
Luego de escuchar los testimonios de los sobrevivientes de la Shoá, y de conocer el proceso que ocurrió desde el ascenso al poder de Hitler, y que desembocó en el asesinato de más de 6 millones de judíos, los venezolanos así como cualquier otra sociedad en general debería reflexionar, y plantearse preguntas como por ejemplo:
-¿Cómo fue que un estado moderno pudo llevar a cabo el asesinato planificado y masivo, de una minoría solo por el hecho de ser judíos?
-¿Por qué el resto del mundo no actuó mientras veía como se violaban los derechos fundamentales de personas inocentes que fueron asesinadas?
-¿Hasta qué punto el mundo debe ser tolerante con regímenes que somete a su pueblo al robo de sus propiedades, a la persecución, segregación, hambruna, falta de atención médica, encarcelamiento y torturas?
-¿Cómo debe el mundo reaccionar ante regímenes que utilizan las escuelas como herramienta de adoctrinamiento?
-¿Cómo hubiese reaccionado yo?
-¿Qué hubiera hecho?
-¿Hubiera sobrevivido?
-¿Ante estas circunstancias o similares. el mundo reaccionaría igual volteando su mirada y siendo indiferente?
5. Ante el aumento del antisemitismo, ¿cuáles son los retos y desafíos que enfrenta instituciones como Yad Vashem?
El antisemitismo existe desde la edad antigua y seguirá existiendo mientras las sociedades no reconozcan y acepten la necesidad de coexistir. El reto fundamental que enfrentamos en Yad Vashem es que poco a poco, día a día vemos como se reduce el número de sobrevivientes de la Shoá, y con ellos se desvanece su testimonio de vida. Nuestra misión como segunda generación de sobrevivientes de la Shoá es preservar ese testimonio, difundir ese testimonio, garantizar que las futuras generaciones puedan conocer la historia detrás de un nombre, la historia detrás de un padre, un tío o un abuelo. Que la sociedad pueda contar con las herramientas necesarias para reconocer cuando un régimen se está convirtiendo en un régimen genocida, con el tiempo suficiente para poder reaccionar, actuar y prevenir situaciones en las que una persona sea perseguida, apresada y torturada por su religión, por el color de su piel o por el solo hecho de pensar diferente.
6. Como hijo de sobrevivientes del Holocausto, usted refirió en una de sus conferencias sobre el trauma que esto significa ¿puede hablarnos al respecto?
En un estudio realizado en 1975, se encontró que aun cuando los hijos de sobrevivientes tenían conciencia de la trágica historia de sus padres, la mayoría conocía tan sólo fragmentos aislados.
Mientras que algunas parejas se rehusaban a compartir con sus hijos sus terribles experiencias, otras narraban constantemente las historias de su pasado pero sin lograr transmitir una imagen completa de lo que fue su vida antes y durante el Holocausto. De aquí se desprende en gran parte las diferentes actitudes con las que los hijos enfrentaban la vida. Yo debo admitir que en mi caso siento que ese contacto cercano y continuo con la historia de la Shoá dejó en mí, ciertos comportamientos que pudieran considerarse el resultado de una experiencia traumática. Puedo mencionar rápidamente, La comida, nunca podíamos devolver un plato con comida a la cocina, con una comida nueva o algo que no nos gustaba y nos excusábamos diciendo que no tenemos hambre, siempre nos decían …”TU NO SABES LO QUE ES TENER HAMBRE En Auschwitz yo tuve que comer conchas de papa crudas o pan con moho”. En la casa no se botaban los frascos de vidrio porque siempre podían servir para algo, En una cena en mi casa, mi hermano Miguel pidió llevarse un poco de sopa, y cuando fue a buscar un recipiente en un armario se percató con sorpresa que tanto él, como yo, guardamos frascos vacíos exactamente de la misma forma. Siempre manteníamos un perfil bajo y no llamar la atención. Mi padre fue participe de la marcha de la muerte, y nos decía incesantemente “…el que queda de último muere asesinado, así que siempre deben llegar de primero a donde se les convoque o invite”… Siempre debemos tener nuestros documentos de viaje al día. Nos molesta el sonido de una locomotora. Mi familia eran mis hermanos, dos tíos y un primo, no una familia numerosa como nuestros compañeros del colegio.
Pero no todo resultó malo, debido a la persecución por los nazis solo por el hecho de ser judíos, nuestros padres nos inculcaron desde pequeños a dejar de lado los prejuicios sobre las demás personas por su religión, color de su piel o forma de pensar.
En la situación actual de pandemia por el COVID-19, muchas de estas experiencias nos han ayudado. Estos patrones de conducta desarrollados por los sobrevivientes de la primera generación, y transmitidos a los hijos y nietos, de una u otra forma, nos ha preparado para enfrentar situaciones adversas, como el confinamiento, la falta de alimentos, restricciones de agua, electricidad y de contacto con nuestros semejantes que son resultado de la cuarentena similares a situaciones sufridas por nuestros padres durante las persecuciones y deportaciones de la Segunda Guerra Mundial.
6. Finalmente, ¿puede explicarnos el proceso de deshumanización de su padre Harry Osers, en el campo de concentración de Terezin y en el campo de exterminio de Auschwitz?
La Shoá fue un caso único de genocidio en el que no solo se trató de perseguir y asesinar a los judíos. Primero se les restringieron sus derechos, luego se les expropiaron sus bienes, a esto siguió el cortarles las barbas y las patillas a los hombres en público (la barba y las patillas son un mandato religioso), se les ordenó lavar las calles con cepillos, se les hacinó en guetos en un sector de la ciudad confinando dos o tres familias en un mismo apartamento, se les limitó el suministro de comida, se les deportó a campos de concentración donde eran sometidos a trabajos forzados y finalmente se les asesinó en cámaras de gas y crematorios.
Pero desde el inicio de las deportaciones, el acto de deshumanización más grande fue la eliminación del nombre. Al llegar a un campo de concentración, a los judíos se les asignaba un número y se les llamaba únicamente por su número. Solamente en el campo de exterminio de Auschwitz este número se les tatuaba a los judíos en el brazo. Imagínate tú como profesora, has una prueba, la próxima vez que estés en un salón de clases, y pases la asistencia nombra a los alumnos por su número de cédula en vez de su nombre y fíjate en la expresión de sus caras y su reacción.
Mi papá terminaba sus conferencias relatando lo siguiente
“al llegar a Térezin me quitaron el nombre y me dieron un número NO me gustó, sentí como si hubiera dejado de ser un hombre y me convertí en una cosa, luego me llevaron a Mauthausen donde me dieron otro número, era una plaquita de metal en el brazo y tampoco me gustó, me cortaba la piel. Al llegar a Auschwitz me dieron un nuevo número 169086 y esta vez lo tatuaron en el brazo, me dolió mucho cuando lo pusieron y no se podía quitar, esta vez me sentí como si fuera un animal, una vaca. Pero salí de Auschwitz, y logré llegar a Venezuela donde nuevamente me pusieron un número, pero este número si me gustó, era mi cédula de identidad, nuevamente pude usar mi nombre, y nuevamente me pude sentir como un hombre.”
Referencias
[1] Maestro de Ceremonias, Orador de Orden, Conferencista en diversos actos de conmemoración del Holocausto. · Diversos Testimoniales como hijo de Sobreviviente (segunda Generación) del campo de exterminio de Auschwitz. · Charlas Educativas sobre el Holocausto en Universidades, Liceos y Colegios. · Invitado a la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, como Presidente (E) del Comité Venezolano del Yad Vashem, para la discusión del Acuerdo en Memoria de las víctimas del Holocausto, 28 de Enero 2014. · Orador de Orden en el Concejo Municipal del Municipio Chacao, en el marco del “Día Internacional en Conmemoración de las Víctimas del Holocausto” de Año 2016. · Orador de Orden en la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, en el marco del “Día Internacional en Conmemoración de las Víctimas del Holocausto”, Año 2017. · Orador de Orden en el Concejo Municipal del Municipio Sucre, en el marco del “Día Internacional en Conmemoración de las Víctimas del Holocausto de Año 2017. · Diversa conferencias Internacionales de la Shoá, en Madrid-España.
Imagen: Tomás Osers en la Asamblea Nacional de Venezuela, mostrando la pequeña taza en la que su padre, Harry Osers (Z”L), recibía su ración diaria de comida mientras permaneció en Auschwitz.
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