
03 May El hombre en búsqueda de lo perdido: la libertad y la memoria sobre el Holocausto.
Andrés Goldstein[1]
El siglo XX, es un período difícil de catalogar. Loa procesos y hechos históricos acaecidos durante ese tiempo, hacen complejo definirlo con simples adjetivos. En su estudio, la memoria se convierte en elemento primordial para analizar los procesos y coyunturas que marcaron al hombre durante este siglo. Entre estos hechos, el Holocausto[2] y su memoria, intentan dejar testimonio sobre este hecho tan difícil de comprender.
Reflexionar sobre los elementos de la memoria vinculados al Holocausto, más que un deber es una responsabilidad ineludible para los estudios sociales y humanísticos, de allí la importancia del estudio de los testimonios, diarios y testigos. Ahora bien, al hablar de memoria sobre el Holocausto, es inevitable pensar sobre la abrumadora reconstrucción de los hecho. Las realidades a las cuales nos aproxima son desgarradoras, avasallantes por sí solas, son en sí mismas, un recordatorio de los efectos del totalitarismo sobre el hombre[3].
Por ello, las implicaciones del genocidio de millones de judíos, debe ser tema de estudio de la historio global, pues en el proceso de llevar a un pueblo a la marginalidad y a la inhibición de todos sus derechos. se termina en el desgarramiento y el dolor de toda una comunidad. Con el fin de aproximarnos a las implicaciones de la memoria, testimonios como los de Primo Levi, Hannah Arendt y Viktor Frankl, quienes de una forma u otra fueron víctimas del régimen nazi al ser despojados de su identidad, y en el peor de los casos, retenidos en un campo de concentración, nos recuerdan no solo el sufrimiento humano sino la fortaleza espiritual de un pueblo. Estos tres testimonios/testigos sirven para aproximarnos a la idea de libertad[4], y nos ayudan a esclarecer su concepto en medio del totalitarismo nazi. Hay libertad para imaginar y recordar, pero no hay libertad para vivir y respirar.
La idea de libertad, cuya representación en Isaiah Berlin vislumbra la concepción general durante el siglo XX, presenta una dualidad que permite ver las acciones del hombre entre lo colectivo y lo individual, al definir la libertad positiva y la libertad negativa. De esta manera, las ideas de Berlin permiten aproximarnos al sentido del concepto en una época de difícil comprensión, por la multiplicidad de cambios y procesos que ocurren en un mismo instante de estudio. La libertad fisica y espiritual del pueblo judío durante el régimen nazi, nos da lecciones sobre el papel del espiritu y la resiliencia ante la tragedía.
Alemania entre 1919 y 1939.
Para poder abordar la formación de la memoria sobre el Holocausto, es necesario primero, recordar, armar el contexto y el proceso que llevó a la vida contemplativa[5] del pueblo judío en gran parte de Europa. También hay que entender ciertos elementos históricos/culturales ligados a algunos aspectos de las identidades nacionales, que incluso hoy en día siguen siendo vitales para la conformación del nacionalismo de algunos países de este continente.
La reconstrucción de los hechos, nos llevan a la constitución del poder en la Republica de Weimar[6], donde la constitución del Estado dividido entre la presión internacional para pagar la deuda generada e impuesta por la I Guerra Mundial. y el poder de los sectores políticos internos, luchando por obtener más espacios y con ello control sociopolítico; terminó por la instauración de un régimen totalitario, apoyado por la élite intelectual y la mayoría de la sociedad germánica. A través del discurso maniqueo, el líder carismático, la identificación de enemigos internos y externos y la propaganda, controlan todos los aspectos estatales y sociales germánico a favor de los intereses personales de Hitler y su séquito.
Así con la formación del régimen nazi las libertades se diluyeron debido al control social ejercido a través de la intimidación, la eliminación de la oposición política, el uso de simbolos y metalenguajes en la propaganda nazi, entre otros. La limitación de las libertades, que incluye la transformación del individuo se da al unísono de una progresiva escalada del poder nazi que logró incluso doblegar a la comunidad internacional, infligiendo los Acuerdos de París de 1919 e incluso expandir sus fronteras. En consecuencia, para 1939 se consolida el Estado Nazi con capacidad de involucrarse y ser protagonista de una guerra de escala mundial, que transformó el mundo contemporáneo y el venidero.
Fuentes y materiales para el estudio del Holocausto
Comprender el proceso de deshumanización y deconstrucción de la identidad de los judíos durante la II Guerra Mundial es muy complejo, debiso a la aplicación de distintos mecanismos, y formas que tenían como único fin el genocidio sistemático de los hebreos en Europa. Los testimonios que se pueden recolectar sobre el tema revelan la crueldad sufrida por ellos durante estos años, siendo representaciones específicas de un proceso que acabó con la vida de seis millones de judíos.
Las distintas reconstrucciones que se pueden encontrar generalmente son de dos tipos, sobrevivientes a los campos de concentración, que dejaron escrito documentos, diarios, o posteriormente realizaron análisis de lo que vivieron; y de funcionarios o miembros de los ejércitos que desde una perspectiva externa dieron una visión de los hechos.
Tomando en cuenta la diversidad de fuentes de primera mano como documentales, bibliográficas o filmográficas, vemos a la par de las distintas experiencias sobre los hechos ocurridos en los campos de concentración, guettos entre otros, que empiezan a usarse distintos medios para preservar y dejar evidencia de los hechos. Así junto a los diarios y libros escritos por sobrevivientes, como Primo Levi, cuyos libros Si esto es un hombre y Deber de memoria, se convierte en análisis que permiten recrear y aproximarnos a la terrible experiencia del Holocausto, partiendo de la reflexión filosófica. Por su parte, Hannah Arendt en Los Orígenes del Totalitarismo y Eichmann en Jerusalén, nos plantea una relación directa del genocidio y el totalitarismo. En Sobre la Violencia, encontramos la interpretación política y ética del drama en cuestión. En este aspecto, no podemos dejar afuera el clásico escrito por Viktor Frankl El hombre en búsqueda de sentido, abordado desde la psicología.
Es fundamental destacar aquí, los esfuerzos de los aliados guiados por los Estados Unidos, para informar sobre la propia guerra, sobre el Holocausto y sus consecuencias. Varios directores de cine se sumaron a los esfuerzos para documentar los hechos de la II guerra mundial. Son ellos, quienes en 1945 acompañando a las tropas aliadas entran en varios campos de concentración entre Alemania y Polonia. Entre los directores más renombrados como documentalistas de la guerra tenemos a Fran Capra, John Ford, John Hudson, Whilliam Wyler y George Stevens, quien realizó el film para las FF. AA de los EE. UU, Nazi Concentration Camps y que se encuentra disponible en el portal web Youtube.com. También participó el cineasta británico Alfred Hitchcock quien trabajo junto a Stevens en German Concentration Camps para el ejército británico.
Gracias a sus esfuerzos, quedó una evidencia fílmica que se mantiene por el apoyo de distintos grupos mediáticos que se han esforzado en mantener estas películas e incluso que liberan el contenido, a través de las redes de conocimiento, permitiendo así ver las primeras imágenes sobre el Holocausto.
Yom Hashoah: la memoria sobre el Holocausto
Tomando en cuenta todos estos elementos, encontramos en el centro del problema dos preguntas centrales, el primero es qué recordamos del holocausto, pues no se trata solamente de las muertes y la crueldad, es más que eso, recordar la tragedia implica un proceso de interiorización y reflexión sobre el sentido de la vida humana[7], su condición y derechos naturales. Este es el problema interno de la memoria, es buscar aproximarse a los hechos para evaluarlos y comprenderlos para generar un conocimiento en el presente que ayude a comprender sus consecuencias futuras.
Es evidente la relación entre la memoria del Holocausto y la libertad. La limitación y eliminación de la misma es un hecho como en el caso del retiro de los derechos políticos de los judíos en 1935. Ahora bien, analizando las imágenes de los documentales y los testimonios, la segregación impuesta por los nazis fue mucho más extensa más allá que la eliminación de las propias libertades. Fue un proceso de deconstrucción de los individuos llevando a lo que Ortega y Gasset denomina in-humano[8], es decir, paradójicamente cohabitan la capacidad de decidir y acción del hombre, mediante la sustracción de su espacio y la eliminación de su identidad, insertándolo en un régimen de trabajo forzoso y de intimidación.
La exposición ante un espacio y sistema planificado para erradicar la vida humana –en el sentido de libertad de acción, elección y expresión y la posibilidad de relacionarse con otros individuos– somete a los millones de judíos bajo las estructuras de control de los campos. Con el avance de la guerra, se recrudecen las medidas contra ellos. De allí, la solución final donde intencionalmente como en los casos anteriores, se planificó con un único fin, causar la muerte y el dolor de los judíos dentro del espacio vital alemán[9].
Al recordar estos hechos, al hacer memoria, se analiza a su vez la libertad bajo el Holocausto, a través de los hechos en sí. Cabe preguntarse ¿por qué estudiar la libertad a través de su ausencia?, Las respuestas a dicha pregunta pueden dividirse en dos aproximaciones, la primera, mediante la metafísica aristotélica[10], como un ejercicio para ver la relación del término con la memoria.
En la segunda aproximación, el camino de la hermenéutica[11] que busca comprender la relación entre los conceptos, el contexto y la filosofía; como herramienta metodológica permite acercarse a las fuentes para juzgarlas mediante la comparación y la reconstrucción. Al aproximarnos al concepto de la libertad en ausencia de ella, comprendemos mejor la conmemoración del Yom Hashoah (Día del Holocausto en hebreo), pues se conmemora a las victimas y sobrevivientes que perdieron vidas y sus derechos, rindiendo a su vez homenaje a quienes lograron sobrevivir y continuar sus vidas.
El hombre en búsqueda de lo perdido
Tomando en cuenta estos elementos, la idea del hombre en búsqueda de lo perdido, es una metáfora y una reflexión para abordar como el concepto de libertad en su presencia y ausencia, ayuda a explicar los motivos de la conmemoración del Holocausto, sus víctimas y sobrevivientes. Estos actos permiten a un pueblo generar conciencia sobre sus orígenes y devenir. Como historiadores debemos tener presentes que este conjunto de valores y conceptos convierten en la base del análisis crítico al pretender darle un sentido universal a la historia. El hombre en búsqueda de lo perdido es el recuerdo perenne y presente en el devenir.
Basta decir en este campo cómo la metáfora depende de los símbolos, pero también de los mensajes y metamensajes, los cuales deben ser sufrientemente generales para formar parte del imaginario colectivo ligado a la identidad. La dupla, memoria e identidad permite generar conciencia sobre la vida de un pueblo en el devenir así como sobre los elementos y conceptos que permiten su cohesión social. Así la libertad se convierte en la base del proceso de transformación y posterior formación que trasciende al pueblo hebreo. Ya no solo es la memoria de la tragedia del Holocausto sino que su recordatorio, le trae al mundo estos hechos a la memeoria.
En consecuencia, el siglo XX, fue un período de tiempo complejo de ver, pues si bien en a penas cien años ocurren más cambios, se desarrollan nuevas tecnologías y se alcanzan índices de desarrollo económico y técnico nunca vistos por la humanidad, también fue una época de rupturas y degeneración de la condición humana. Muchos de estos hechos tienen grandes implicaciones en la formación de nuestra conciencia individual y colectiva, pues el imaginario actual mantiene fresca en la memoria los hechos más trascendentales por si significado.
Uno de esos eventos es el Holocausto, sus implicaciones sociales no son únicos del pueblo hebreo, trascienden, y lo hacen por la evaluación hecha por sus testigos, ellos han trabajado desde la filosofía, la política y la psicología, las artes, etc. Esta reconstrucción evaluada a través de los intelectuales, actores/autores en este proceso permite dejar testimonio de esta experiencia terrible, que pretende aun ser negada.
Sin duda la libertad, es uno de los elementos que se inserta dentro del análisis de la memoria sobre el Holocausto. La misma está en el fondo del Yo Hamshoah. Es por ello, y a modo de cierre, que cuando recordamos y rendimos honores a las victimas y sobrevivientes del Holocausto, estamos no solo trayendo del pasado todo el proceso vivido por los judíos sino que a través de este, revaloramos y recordamos el papel y la función de la libertad como parte de la condición humana.
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