
18 Oct La Revolución de Octubre y el papel de la mujer en la conquista del sufragio pleno en Venezuela 1945-1948
Ramón Rivas Aguilar
«Hasta la Revolución de Octubre, la historia del sufragio en Venezuela era la historia de su negación»
Valmore Rodríguez, 1948
Hasta el 18 de octubre de 1945 las oligarquías, los militaristas y los caudillos a lo largo del devenir histórico nacional (1811-45) le negaron los derechos políticos a la mujer. Las distintas constituciones promulgadas por los adoradores del continuismo, impusieron restricciones institucionales para mantener a la mujer relegada del proceso político del país. No obstante, en la mujer venezolana hervía la pasión libertaria y el deseo de participar activamente en la construcción de una nación que quería vivir en libertad. No cabe la menor duda, que el petróleo y su impacto en el desarrollo del país estimularon ese ímpetu en la mujer de contribuir en el destino de la patria.
Así, se configuró un movimiento femenino con el propósito de defender el sufragio pleno, los derechos de la mujer y del niño. Ese movimiento consideró que para el logro de tales fines era vital una gran reforma en la constitución nacional. Con la muerte de Gómez, no había forma de impedir un proceso de democratización que se asomó en la semana del estudiante, y donde la mujer vio con entusiasmo el horizonte civilista que se avecinaba en los nuevos tiempos.
Entre 1936 y 1945, la mujer venezolana despertó con ese fervor civilista y democrático. Se organizaron a lo largo de la provincia nacional en defensa de la gran reforma constitucional. Esa reforma que tanto le temieron los ideólogos del bolivarianismo. Con toda razón, era la conquista del voto para todos sin distinción de género. La piedad bolivariana sólo le concedió el voto a la mujer en el años de 1941 para elegir a los representantes de los consejos municipales. Con una sola condición podían votar esas mujeres: mayor de 18 años y saber leer y escribir. Cuando se revisa el censo de población de 1941, la mayoría de la población incluidas las mujeres eran analfabetas.
En todo caso, la mujer venezolana continuó organizándose y apostó a la gran reforma constitucional. Dentro de ese marco, nació en el mes de agosto de 1945 el movimiento correo cívico femenino con los siguientes postulados: sufragio pleno-educación cívica-mejoramiento social y legal de la mujer y del niño. Era un órgano divulgativo, aproximadamente de catorce páginas cada uno, dirigido por las líderes políticas Ada Pérez Guevara y Flor María Zambrano. Ese órgano divulgativo tuvo una duración de dos años y su impacto fue representativo en la formación de la conciencia cívica de la mujer venezolana. El movimiento correo femenino asumió como tarea gigantesca la de difundir por toda la provincia la carta cívica que contemplaba los derechos políticos, sociales y económicos de la mujer y del niño. Fue una labor pedagógica extraordinaria en la que ese órgano por vía del correo se conectó con la mujer a lo largo y ancho de la geografía nacional. En las páginas de ese órgano, la mujer tuvo presencia importante en el escenario político venezolano. Lo que reflejó una lucha significativa por hacer realidad la gran reforma constitucional: el sufragio pleno para la mujer.
Nos tenemos que sentir orgullosos ante aquellas mujeres valerosas luchando por el sufragio pleno y por los derechos de la mujer y el niño. Esas mujeres, en cada rincón del país, llevaron el mensaje cívico y la enseñanza sobre los siguientes aspectos:
«¿Para qué sirve el sufragio? ¿Por qué debemos votar? ¿Quién podrá votar? ¿Dónde debemos votar? ¿Por quién debemos votar? Y le indicaban a la mujer lo siguiente: recuerda que al echar tu voto en la urna electoral, cumples con un gran deber para contigo misma y para con Venezuela. Echas tu voto en la urna con dignidad, con pureza y con conciencia. Por ser las mujeres tan numerosas, de nosotras puede depender el éxito y el fracaso de las elecciones. Mujer venezolana, despiértate Venezuela te necesita»[1]
Pues bien, la revolución de octubre de 1945 cumplió con tan hermoso cometido al promulgar el estatuto electoral más democrático de América Latina, en el año de 1946. La mujer venezolana conquistó con sus luchas el sufragio pleno. Así, entró a la historia como parte fundamental en la construcción de una patria que se encauzó, definitivamente hacia la conquista de la democracia. En efecto, la mujer escogió a sus representantes libremente para la asamblea nacional constituyente, para los comicios electorales y para la presidencia de la república (1946-1947). Un logro político de la revolución de octubre haber implantado el sufragio pleno tanto para el hombre como para la mujer. Por tanto, si se le puede llamar a este acontecimiento político una revolución porque sentó las bases de un régimen político de origen republicano, civilista y democrático. Una revolución que lleva en su corazón como insignia a la mujer venezolana.
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