
06 Oct Sobre el concepto de propiedad en la historia
Desde Ideas en Libertad le damos la bienvenida al joven historiador Andrés Goldstein, de la Universidad Central de Venezuela.
Andrés Goldstein
La historiografía contemporánea ha generado un debate muy interesante sobre el concepto de propiedad[1], sus implicaciones políticas, sociales y económicas han sido estudiadas con gran profundidad por distintas tendencias históricas, pero en especial se han destacado las escuelas americanas e inglesas, que desde la segunda mitad del siglo XX han desarrollado diversas interpretaciones sobre el tema.
Se ha generado un debate muy interesante por comprender dicho concepto dejando muchas interrogantes que nos invitan a indagar sobre el mismo dentro de los estudios historiográficos. Por ello, es mi interés estudiar este problema a partir del través del estudio de los lenguajes como lo propone John G A Pocock en Virtue, Commerce and History[2], obra en la que plantea estudiar la historia mediante los cambios en los sentidos de los conceptos.}
El estudio conceptual de la propiedad
Es posible realizar una división al estudio de la propiedad según la tendencia historiográfica para entender elementos políticos, sociales y económicos de unas estructuras o procesos históricos. Como la investigación se centró en estos temas, se pueden identificar dos tendencias teóricas generales para entender epistemológicamente el problema, los métodos conceptuales y los estructurales.
El primero busca entender los cambios en los conceptos a través de los métodos de la hermenéutica y el estudio del lenguaje que puede rastrearse en documentos, bibliografía y discursos sobre un problema, o periodo del pasado. Varios autores han empleado estos procedimientos y marcos teóricos para estudiar la propiedad, entre ellos podemos nombrar a R. J Morris, Gary de Krey, entre otros[3]. Para estos intelectuales la filosofía y los discursos políticos del periodo de las ilustraciones, son fundamentales para reflexionar al respecto. De tal modo que resulta esencial el estudio de la filosofía del lenguaje para poder comprender tres elementos, el primero es el término en sí, su evolución dentro del lenguaje, los actores y autores que emplean el concepto, para saber sus posturas ideológicas e interpretaciones y por último los contextos en el cual se desarrollan.
Al examinar los distintos estudios del concepto, se puede ver el efecto de las ideologías y del pensamiento filosófico, los cuales desde la Ilustración han tenido efectos en la conceptualización de la propiedad, pudiéndose ver una evolución en el debate que parte desde la concepción sensualista y utilitarista del siglo XVIII hasta el debate entre socialistas y liberales que llega a nuestros días. Permitiendo evaluar el concepto en cuanto a los mitos historiográficos, como son el mito de la doctrina, la prolepsis y retrolepsis[4], lo que nos permite a su vez una revisión historiográfica a las fuentes.
Esta percepción, permite ver las diferencias sociales en torno al concepto, sus implicaciones políticas y el por qué dicho concepto posee múltiples connotaciones que se desenvuelven en el derecho, el comercio, las relaciones sociales y la política en sí. Es por ello que las interpretaciones del término en medio de un dinámico debate, en especial después de Marx y la revolución rusa, ha tomado mayor relevancia al vincularlo con el tipo de economía de una sociedad.
Bajo este contexto y como lo demuestra Richard Pipes en su libro Propiedad y Libertad, el efecto de las interpretaciones del socialismo sobre la propiedad han girado entorno al dogmatismo que el Komintern imponía a través de su influencia en los distintos partidos de izquierda. Impulsados por los textos de Marx, en especial El Capital, los socialistas rusos construyeron toda una narrativa bajo el dogma impulsado por el gobierno soviético. El resultado es una formación social sometida al poder del Estado, cuyas libertades están acondicionadas a la estructura del mismo.
Por otra parte, los liberales como Pipes, buscaron métodos objetivos para demostrar la importancia de la propiedad en la formación de los órdenes sociales, pues muy temprano entendieron que el concepto es una de las bases de la conformación de la libertad y por ende de los Estados modernos, cuyo orden político depende de la relación social con el poder.
A manera de conclusión
El estudio del tema de la propiedad en la historia es muy complejo, y más aun, la historiografía existente sobre el tema, debido a su papel como una fuerza profunda que actúa en las sociedades, capaz de modificar las estructuras sociales y políticas existentes. En parte por la influencia de las ideologías y del pensamiento filosófico desde las Ilustraciones hasta hoy en día.
Gracias a los métodos hermenéuticos y de la historia conceptual, podemos entender desde una perspectiva crítica aproximarnos a los estudios del concepto, cuestionando la interpretación de los autores a través de su contexto y del debate entre los distintos actores e intelectuales.
Esta característica se hace más comprensible cuando las estructuras sociales se ven influenciadas por los dogmas políticos, resaltando en este caso el socialismo implementado en Rusia, que mostró los efectos de la ausencia del concepto de propiedad privada y el predominio del colectivismo, que en definitiva permite ver el problema del socialismo, al manipular con metamensajes al colectivo, a partir de las construcciones de la propiedad colectiva.
Referencias
[1]El sentido de propiedad que acogemos para este trabajo lo desarrolló Richard Pipes en Propiedad y Libertad, donde el autor buscó demostrar como el debate ideológico determina una forma de sociedad cuya dinámica económica y política están atados al desarrollo conceptual como una fuerza profunda que va transformando la naturaleza individual y del colectivo.
[2]Pocock deja claro en el primer capítulo del libro la importancia del estudio heurístico de los conceptos para entender el significado en la época del estudio, así se evita los mitos como la prolepsis y retrolepsis.
[3]Un elemento muy importante es la heurística, es decir el estudio de las fuentes. La misma ha permitido a estos historiadores aproximarse al concepto de propiedad desde el sentido original de su época, y analizar su dimensión sincrónica o diacrónica.
[4]Estos son los mitos historiográficos que los distintos autores pueden cometer en sus interpretaciones, dejarse llevar por las doctrinas (doctrinas), llevar su conceptualización al pasado (prolepsis), o traer el sentido del pasado al presente (retrolepsis).
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