
27 Ene La experiencia de un sobreviviente del Holocausto. Reseña de la obra «Sin Tregua» de Hillo Ostfeld
Jhonas Rivera Rondón
Entre los cruentos eventos del siglo XX, la II Guerra Mundial deja una cicatriz imborrable en todos aquellos que vivieron en carne propia el terrible escenario. Entre los testigos directos que sufrieron el yugo de la racionalidad excluyente de la ideología nazi, son pocos los que comparten nuestro presente -por cuestiones biológicas- para testimoniar las consecuencias de la maldad latente, que subyace en el ser humano.Uno de esos pocos testigos es Hillo Ostfeld, cuyas experiencias son compartidas en su libro autobiográfico Sin Tregua. La presente obra, en un lenguaje sencillo y fluido, muestra su transitar por los círculos infernales que dejaron en él una impresión imborrable, al salir del horror, su progresivo y dinámico camino después de finalizada la II Guerra Mundial.
Sin Tregua, obra conjunta con la psicóloga junguiana Trudy Osfeld de Bendayán narra el caminar existencial de Hillo Ostfeld, la vida de un individuo cargada de altibajos, de la vivencia de febriles cambios, testigo de la maldad del hombre. De una condición despojada de humanidad, emprende su viaje por la supervivencia hasta llegar a cruzar los mares y poder encontrar una tierra que le permitió “restablecer la fe en el ser humano” según sus propias palabras: Venezuela
Compuesto por diecisiete capítulos y un epilogo, Sin Tregua nos brinda un recorrido por el origen del señor Hillo. Podemos apreciar allí como los azares de la vida llegaron a unir a León Ackerman y Bertha Ostfeld, unión que dio vida a nuestro narrador, convirtiéndolo en miembro constitutivo de una familia de seis personas, cuyo descenso a los infiernos llegó a desgarrar los lazos que la vida había formado y desarrollado en Czernowitz. Primero su hermano Simón, después sus padres y luego sus hermanas Anny y Sidy —además de los amigos dejados atrás—. A pesar de la catástrofe veremos que gracias a causalidades contingentes, los lazos que una vez fueron cortados a la fuerza por los nazis, se encontraron nuevamente.
Después de tan terrible experiencia, Hillo Ostfeld muestra el ascendente camino a la libertad. En esta búsqueda encontrará a su amor y compañera de vida, Klara. Formalizada la relación entre Hillo y Klara, no cesa la búsqueda de un mejor porvenir en la anhelada Israel. Se observa de acuerdo a su testimonio lo difícil que es construir una nación. Serán las aspiraciones de nuestro narrador, las que lo animen a depositar su fe en Venezuela. Dejando en Israel una posición política que le brinda cierta comodidad, sacrifica tales logros para “hacer las Américas”. Llegar a Venezuela no fue un camino fácil, pero al pisar tierra firme las posibilidades no se hicieron esperar ante la aguda visión comercial que demuestra Hillo Ostfeld. Es así como vemos otra etapa de la vida del narrador. El comienzo del constante y forzoso trajinar para construir los cimientos de su creciente familia.
Consolidada una estabilidad y tranquilidad, Hillo Ostfeld nos sigue mostrando su importante participación en la dinámica económica del país que lo acogió, sin menospreciar tampoco el ámbito político. Uno de los elementos más relevantes que nos expresa el autor es el seguimiento de sus principios judíos, reflejados en su ayuda activa a la comunidad judía en Venezuela, retribuyendo con creces el apoyo que había recibido de dicha comunidad en sus momentos de mayor necesidad. La otra cara de la vida se manifiesta. Ante el creciente éxito, nos encontramos también con desilusiones y pérdidas invalorables, pero dentro de las adversidades el autor sabe destacar las enseñanzas que le dejaron tales experiencias.
Sorry, the comment form is closed at this time.