Opinión: Las políticas del fracaso: Sobre las medidas económicas de Alberto Fernández en Argentina

Leonardo Osorio Bohórquez

 

 

Es llamativo como diversos gobernantes se empeñan en tomar medidas con probados resultados negativos, pero más lamentable aún es que la sociedad no aprenda tampoco de sus errores. El peronismo ha gobernado en Argentina desde hace décadas, con toda una serie de consecuencias negativas.

 

El desempeño económico y la inflación en Argentina durante el gobierno de Cristina Kirchner solo estaba por detrás de Venezuela, país que ha caído en una ruina total. Para intentar componer la situación, los argentinos eligen a Mauricio Macri con la esperanza de lograr estabilizar la economía.

 

Los resultados no fueron los esperados, aun cuando se produjeron reformas que iban en la dirección correcta, como la sinceración de las tarifas de los servicios públicos y los intentos por disminuir el gasto público, esos cambios se quedaron a medio camino. Hubo mucha resistencia de la ciudadanía, y nuevamente el discurso de la izquierda que condenaba unas políticas destinadas supuestamente a favorecer solo a los ricos no se hicieron esperar.

 

Eso lleva a los Argentinos a votar nuevamente por un candidato peronista aliado de Cristina como Alberto Fernández, con una idea ilusa de ahora si ser capaz de enmendar la economía. Esto solo puede ser interpretado como inmadurez política, es cierto que Macri terminó siendo más de lo mismo, sobre todo al final de su mandato cayó en las mismas políticas populistas para intentar lograr la reelección sin tener éxito, no tenía sentido votar  por un imitador si se podía elegir a un peronista de línea dura. [1]

 

Aun así Macri era mejor opción que Fernández. El problema es no entender de economía, y pretender vivir eternamente de unos subsidios insostenibles. La alta inflación en Argentina es consecuencia de no haber disminuido el gasto público, pero el costo de hacerlo implica la pérdida de apoyo político. Alberto Fernández vuelve con la misma retórica política de su aliada, que pretende “resolver” los problemas económicos con más populismo.

 

Recientemente anunció que el Estado debe regular servicios públicos como internet y telefonía para garantizar su acceso por parte de la población.[2] Nada de novedoso tiene esa medida, y nada positivo saldrá de ella. Se mantienen los mitos de que un bien por ser privado es inaccesible para la gente y el gobierno debe entonces subsidiarlo.

 

Los sectores privados también proveen servicios públicos, pero deben cobrar una tarifa que les permita su adecuado funcionamiento. Las regulaciones alejan la inversión privada, y disminuye considerablemente la calidad de los servicios, es el precio a pagar por sus tarifas más económicas.

 

La población no termina de entender que todo es financiado por medio de impuestos pagados por la ciudadanía, ven solo el corto plazo pero no los efectos de estas medidas en el mediano plazo. Lo más absurdo es que ya han visto en el pasado reciente los efectos negativos de tales políticas, aun así muchos votaron nuevamente por el peronismo.

 

Las regulaciones tienen un costo muy elevado para la nación, de por si fuertemente golpeada por los efectos del Covid-19. Ya antes de la pandemia Alberto Fernández había tomado medidas desacertadas tales como prohibir a las empresas despedir trabajadores.

 

Algo completamente insostenible cuando no se tienen las mismas utilidades, entonces no se puede mantener la misma nómina. Sin embargo, al argumento es proteger a los trabajadores, aún a riesgo de hacer quebrar a las empresas. Los peronistas han demostrado desde hace mucho tiempo que para ellos el empresario es un enemigo que se aprovecha de los empleados.

 

Esto es parte de la retórica marxista, la pandemia solo ha hecho que se refuerce el intervencionismo estatal y el abuso en la toma de decisiones. Son políticas tomadas desde el inicio del gobierno de Fernández pero que ahora se ve favorecido por la situación, donde los gobernantes abusan aún mas de sus funciones.

 

En un contexto de paralización económica habrá argentinos que vean con buenos ojos la puesta en marcha de esas medidas dirigidas a subsidiar algunos bienes, pero los efectos contraproducentes no se harán esperar. La devaluación del peso argentino no se ha detenido, sino más bien acelerado en los últimos meses.

 

La expansión monetaria es lo que provoca tal fenómeno, no es culpa de los empresarios o comerciantes, sino de la propia política equivocada del gobierno. Macri no fue capaz de corregir las distorsiones económicas, aunque por lo menos logró disminuir un poco el índice inflacionario.

 

La disciplina fiscal no es algo que haya caracterizado a los peronistas en ningún momento, lo más recomendable para los argentinos actualmente es seguirse refugiando en una moneda dura como el dólar, por lo menos hasta que se hagan los correctivos necesarios y esto no se vislumbra en el corto plazo.  Probablemente en los próximos meses aumentará la presión del gobierno sobre las empresas producto de la crisis.

 

Alberto Fernández no lleva ni un año en el poder y ya ha dado muestras de repetir todas las políticas fracasadas de su predecesora Cristina Kirchner. Además, nuevamente parece retomar una relación más amistosa con el gobierno de Venezuela, país hoy rechazado por buena parte de la comunidad internacional por los abusos en contra de sus ciudadanos y la graves crisis económica de esa nación. Eso dice mucho de su filiación ideológica y su programa de gobierno.

 

Sin importar que tan próspero haya sido un país, con todo un paquete de medidas equivocadas los resultados siempre serán los mismos.  No hay duda de lo nefasto que será la política económica argentina en los próximos años, y la sociedad tiene una importante cuota de responsabilidad al no querer asumir las reformas  necesarias para hacer los correctivos pertinentes.

 

 El mismo Alberto Fernández declaró recientemente que su destino era construir un país desde las cenizas después de consultar su carta astral. Nada bueno hay en esos delirios, lo cierto es que sus políticas ciertamente van a terminar por arruinar la economía de Argentina. En unos años los argentinos tendrán la oportunidad de equivocarse nuevamente o  elegir un camino diferente votando por un presidente con la intención real de emprender las reformas necesarias.

 

Referencias

[1] Véase nuestro anterior artículo, Leonardo Osorio. «El problema del populismo en Argentina: el peronismo se acerca al poder». Consultado en: http://ideasenlibertad.net/el-problema-del-populismo-en-argentina-el-peronismo-se-acerca-al-poder/.

[2] Véase, el periódico La nación. Consultado en: https://www.lanacion.com.ar/politica/telefonia-cable-internet-alberto-fernandez-reitero-estado-nid2429574

Imagen: obra «Market square, Buenos Aires, Argentina» de Paolo Fumagalli

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