
07 Mar La antigüedad como fuente de ideas y conceptos para la comprensión del presente. II Parte
Simón Pérez Medina
La pertinencia de la visión aristotélica de la democracia para el estudio de esta institución en Venezuela.
II. Los objetivos personales perseguidos por quienes se dedican a una determinada rama del saber -bien sea el gusto por algún área del conocimiento en particular, un interés económico, entre otros- no suelen coincidir con el objeto de la ciencia a cuyo estudio se han dedicado, el cual está ubicado normalmente fuera de ésta, salvo el caso de la filosofía que -según una conocida corriente de opinión basada en los pensamientos de Platón y Aristóteles 2 – posee el fin en sí misma, es decir, se filosofa por el solo hecho de filosofar -se hace filosofía simplemente por hacerla-.
En el caso de la historia3 , si bien ha habido algunos eminentes estudiosos de la materia quienes han afirmado la suficiencia del gozo que dedicarse a ella ocasiona 4 , es frecuente esgrimir como argumento para justificar su existencia la necesidad de conocer la proveniencia de las sociedades de hoy día 5 , es decir, la finalidad y, por ende, la utilidad de la historia -según esta concepción- radica en su capacidad de explicar el origen de todo aquello que, siendo producto de la actividad humana, puede ser encontrado en nuestra vida cotidiana 6. Tal argumento tiene como uno de sus fundamentos a la afirmación del Estagirita según la cual la visión más completa de algo sólo se logra mediante la observación de su evolución a partir del momento mismo de su origen (…ἐ ἀ ῆ ὰ ξ ρχ ς τ πράγματαφυόμενα βλέψειεν…7, por cuanto ello permite conocer no simplemente sus transformaciones a lo largo en el del tiempo sino también sus notas permanentes y principales -circunstancia que permite, a su vez, separarlas de aquellas otras poseedoras de una simple condición accidental 8 -, con las que se puede determinar su esencia y por tanto, definirlo. 9. Así, el conocimiento más completo de las sociedades -y sus diversos componentes (al respecto, el Estagirita expresa al inicio de la Política: ὥ ὰ ἐ ῖ σπερ γ ρ ν το ςἄ ὸ ῶ ἀ ἀ ῖ λλοις τ σύνθετον μέχρι τ ν συνθέτων νάγκη διαιρε ν (τα τα γ ρ λάχιστα μόρια το παντός ῦ ὰ ἐ ῦ ), ο τω κα πόλιν ξ ν σύγκειται ὕ ὶ ἐ ὧ 10)- se logra, siguiendo tal idea de Aristóteles, estudiando su evolución a lo largo de su existencia; de esta manera la historia se erige en un quehacer intelectual indispensable a la cual debe acudir quien desee alcanzar una comprensión profunda de la realidad o de un simple trozo de ésta -independientemente de su naturaleza, bien sea política, económica o cualquier otra-.
III. La aplicación a la realidad venezolana de las ideas anteriormente mencionadas implica -en gran cantidad de casos- remontarse muchos siglos en el pasado, por cuanto nuestra cultura es resultado de una larga evolución en el tiempo, siendo ejemplo de ello su vida democrática cuyas actuales vicisitudes en todos incide, independientemente de la posición política asumida. En tal sentido, los graves problemas del país afectan a la esencia misma del sistema democrático, circunstancia esta que a su vez repercute en todos los demás aspectos de la vida nacional, razón por la cual la articulación de soluciones eficaces y eficientes -y por tanto, efectivas- no puede referirse exclusivamente a un campo específico -como el económico, cuyas dificultades son las más fácilmente perceptibles en la vida cotidiana-. Por el contrario, las medidas a implementar deben poseer un alcance mucho más amplio que incluya a todos los ámbitos de la vida en nuestra sociedad organizada en estado -la polis venezolana-,siendo expresión -por tanto- de un nuevo proyecto de país cuyo éxito dependerá en gran medida de que su elaboración sea efectuada con un conocimiento profundo de la realidad de éste y de sus instituciones, que solamente puede ser logrado -si se sigue la recomendación aristotélica arriba mencionada- mediante la comprensión de aquélla como producto de la indicada evolución histórica la cual, en los casos de muchos de sus elementos, arranca en lugares y pueblos cuya lejanía, tanto en el tiempo como en el espacio, no puede borrar su cercanía espiritual, consecuencia de haber sido éstos el vientre del que surgieron instituciones 11 tales como la señalada democracia, cuya presencia en ciertos momentos de la Venezuela contemporánea es un hecho claro e innegable, a pesar de la debilidad extrema alcanzada en los últimos años.
Ello implica que en tal proyecto de país, quienes se dedican a la investigación histórica tengan un significativo aporte que ofrecer, especialmente aquéllos dedicados a la historia venezolana; sin embargo, tal circunstancia no implica que estos últimos sean quienes exclusivamente puedan aportar sus conocimientos y habilidades para la comprensión de la realidad nacional en general, y de su democracia en particular ya que ésta, antes de ser establecida en Venezuela, contaba con un largo andar desde su origen en la antigua Hélade 12, lo cual amerita la intervención de quienes se dedican al estudio de otras ramas de la historia a fin de θεωρήσειεν13 (mirar u observar) su existencia en otros pueblos, remontándose en el tiempo hasta llegar al momento de su surgimiento, tal como recomienda el Estagirita14 -dicha investigación permitirá obtener conceptos e ideas que puedan ser contrastados con la realidad contemporánea a fin de comprender mejor a esta última, aplicando el método comparativo15
IV. La investigación de la evolución histórica de la democracia implica una ardua tarea al ella no poder ser estudiada de forma aislada, lo cual se debe a que el conocimiento adecuado de cualquier institución no puede ser alcanzado con prescindencia de otros elementos -de diversa naturaleza- pertenecientes al contexto histórico en el que ella se encuentra inserta en cierto momento, por cuanto éste es quien le otorga el sentido poseído en tal instante16. Ahora bien, como ha sido larga la existencia de la democracia, y variados los pueblos en que ha existido 17 ella no puede ser ubicada en un único contexto histórico18 -o dicho en otras palabras, el estudio de su evolución no puede ser llevado a cabo tomando en consideración un solo contexto sino multiplicidad de éstos-, lo que trae como consecuencia que sean variados y distintos los sentidos que aquélla ha tenido con el transcurrir de las centurias -incluso, como el contexto histórico no es estático sino constituye un ser en constante cambio, consecuencia de la existencia de movimientos que Aristóteles afirma son de distinto tipo19, necesariamente el sentido en virtud de él otorgado también está sometido a transformaciones a lo largo de la existencia de un pueblo,lo cual implica que él sea propio no solamente de éste sino también de una época en particular-. De lo dicho se desprende, entonces, que remontarse a los orígenes de la democracia -para lograr la más cabal y completa comprensión de ella- requiere, al haber surgido por vez primera en Atenas, conocer el contexto histórico de la antigua Hélade
Pero, este contexto histórico de la Grecia antigua -como un todo- es insuficiente para la adecuada comprensión de la naciente democracia, ya que si bien es cierto los antiguos helenos tuvieron una cultura común 20 -así por ejemplo, coincidieron en poseer una religión de carácter público 21 y el mismo idioma, a pesar de sus variados dialectos 22- lo cual autoriza plenamente a hablar de Grecia como una unidad, ello no implica que deba mantenerse la tendencia presente en algunos estudios realizados hasta hace pocas décadas atrás, en los que se muestra una visión de la Hélade -inspirada, en cierta medida, en la teoría de las ideas o de las formas de Platón23 – como un todo único y homogéneo carente de diversidades internas24; por el contrario, en su seno hubo una gran heterogeneidad expresión de la existencia de diferencias entre las cuales destacaban las de naturaleza política, en tal sentido, nosolamente cada πóλις (ciudad-estado) tenía sus respectivos gobernantes sino también muchas de ellas poseían distintos regímenes políticos con sus propias instituciones25. Por tanto, al establecer el contexto histórico -con motivo de investigar la democracia desde su origen, siguiendo la recomendación del Estagirita y cumpliendo así con la anteriormente señalada función de la historia- no sólo deben ser incluidos los aspectos relativos a Grecia en general sino también, muy especialmente, aquéllos particulares de Atenas, porque fue en el seno de ésta -y, por ende, en su contexto propio- que seoperaron las transformaciones constitutivas de la evolución histórica creadora de la democracia26 -solamente incluyendo estos últimos aspectos puede ser considerado completo el contexto histórico otorgante del primer sentido que ésta tuvo en los días de la quinta centuria antes de Cristo, cuando era una novísima institución política en la ciudad a la que Pericles con distinguidas edificaciones en la Acrópolis hubo engalanado27 , y cuya influencia en el mundo griego permitiría a aquélla expandirse por un número importante de πóλεις (ciudades-estados)28
V. La mencionada evolución ha sido trazada, por algunos historiadores29 , mostrando a Atenas como escenario del paso de la originaria monarquía a un gobierno aristocrático30 basado en la consanguinidad -y, por ende, en la existencia de antepasados comunes, algunos de los cuales tenían un carácter mítico-, que dio lugar posteriormente, gracias a las reformas establecidas por Solón, a un gobierno oligárquico31 -aunque desde tiempos de la antigüedad se lo ha considerado el iniciador de la democracia-, el cual a la postre dio paso, en virtud de las normas establecidas tanto por Clístenes32 , en un primer momento,como por Efialtes y Pericles33 , posteriormente, a la celebérima democracia ateniense -de la época clásica- hoy por todos conocida. Como puede apreciarse, esta evolución de las instituciones políticas de la famosa πóλις (ciudad-estado) del Ática atribuye a Clístenes, y sobre todo a Efialtes y Pericles, el mérito del establecimiento de tal sistema político, mientras a Solón una opinión extendida -salvo la de connotados especialistas34 – solamente reconoce una función no relevante en su surgimiento; visión esta de historiadores contemporáneos que no corresponde a la ofrecida por el Estagirita -a pesar de que la evolución trazada por ellos se inspira en la delineada sutilmente por este filósofo en sus obras La Constitución de los Atenienses35 y la Política36 -, quien sí concede a aquél haber dirigido sus pasos hacia su establecimiento (…κα δημοκρατίαν καταστ σαι τ ν πάτριον… ὶ ῆ ὴ 37) -visión que concuerda con la manifestada por él mismo en la Constitución de los Atenienses38 -. De lo dicho se infiere que, en el pensamiento de Aristóteles, la democracia ateniense fue producto de una evolución cuyos antecedentes más remotos hay que ubicarlos en los días cuando Solón estableció sus reformas legislativas.
Ello permite comprender, en primer lugar, que la democracia ateniense, el más remoto antecedente de la democracia venezolana, fue producto de una evolución cuyos primeros pasos hay que buscarlos en laépoca arcaica39 , aunque la evolución político-institucional general tenga sus inicios en los días precedentes a ésta40; y en segundo lugar, que la última no se dio de manera aislada sino se llevó a cabo en un marco más amplio en cuyo seno ocurrieron otros hechos de la misma naturaleza, caracterizados también por su gran relevancia, entre ellos la aparición -durante aquellos siglos arcaicos- de πóλεις (ciudades-estados) en el mundo griego -entre ellas, Atenas-, en virtud de un fenómeno conocido como sinecismo41 del cual Aristóteles expresó que se trataba de la unión de las aldeas previamente existentes en una determinada región helena (al respecto, el filósofo griego expresó: ἡ ᾽ ἐ ῶ δ κ πλειόνων κωμ νκοινωνία τέλειος πόλις… 42).
VI. Sin embargo, al ser este contexto histórico una totalidad, otorgante de su sentido a la democracia -en este caso, la ateniense-, deben ser incluidos en éste otros aspectos distintos a los meramente políticos ya señalados anteriormente, como algunos de tipo económico, social, militar -entre otros-; en tal sentido -y a simple título de ejemplo-, conviene recordar que aquella evolución de las instituciones políticas fue acompañada de luchas de carácter social ocurridas en el interior de πóλεις (ciudades-estados) como Atenas, que fueron expresión de las pugnas entre grupos surgidas con ocasión de buscar participación política e, incluso, en algunos momentos, de acceder al poder. Además, en el caso del régimen democrático, no puede dejarse a un lado el papel significativo -y hasta decisivodesempeñado por los remeros que movían, con la fuerza de sus brazos, las embarcaciones de guerra -entre ellas, las muy famosas τριήρεις o trirremes- defensoras de los intereses de la magnífica πολις (ciudad-estado) del Ática en las grandes guerras por ésta protagonizadas durante el siglo V antes de Cristo, quienes, perteneciendo a los sectores más bajos de la sociedad ateniense -debido a su escasez de recursos económicos-, presionaron con gran fuerza para el mantenimiento del gobierno Democrático43 en aquella famosa πολις (ciudad-estado) a la cual la ojizarca diosa un olivo había obsequiado centurias atrás44
Sorry, the comment form is closed at this time.